La estimulación o atención temprana infantil es fundamental para una correcta orientación y funcionamiento de los procesos evolutivos, madurativos y de desarrollo del niño. La calidad de las acciones preescolares va a condicionar, en buena medida, la potencialidad del proceso educativo posterior.
Algunas de las dificultades habituales son:
Retrasos Madurativos.
Trastornos del Espectro Autista.
Trastornos Genéticos (síndrome de down...)